RUTAS CORTADAS Y SUGESTIVA MUERTE DE UNA MASCOTA

Laura Vicente Campo es una médica que reside en una chacra de la localidad de Anguil y viaja a diario a la ciudad capital donde atiende en su consultorio. Al comienzo de la pandemia, se vió sorprendida por la medida dispuesta por el intendente de Anguil, Héctor Delahaye, con el corte de la Ruta Provincial 12, que a diario ella utilizaba como recorrido natural.

Barreras, alambres y un montículo de tierra impedían el paso de cualquier vehículo, obligando a dar un importante rodeo para poder llegar al pueblo y desde allí acceder a la ruta Nacional 5 para dirigirse a la capital. La profesional realizó una gestión en Fiscalía, que obligó al díscolo intendente a levantar la barrera y posteriormente el montículo de tierra.

Cuando la situación parecía haberse normalizado, Laura advirtió el sábado pasado que una de sus mascotas, presentaba signos de malestar y consultó a un veterinario que le dio algunas pautas de control de evolución de “Loba” y el lunes por la mañana la internaron para hacer por la tarde una ecografía. A primera hora de la tarde la mascota no tenía signos de vida, víctima de una intoxicación (envenenamiento).

Con desconsuelo, Laura se pregunta si esto es consecuencia de haber hecho un reclamo. Si es un mensaje de alguien que se molestó, teniendo en cuenta que el mismo intendente recurre a la policía para impedir las manifestaciones en el centro cultural “De ida y vuelta” que distinguen a una comunidad abierta y hasta donde se trasladan artistas de distintos puntos de la provincia.

La justicia determinará el episodio porque con dolor, expresó que “esto no termina aca” y continuará con la denuncia en fiscalía, que obviamente comprobará si en la localidad de Anguil se han producido envenenamientos masivos, lo que también provocará la reacción de las ONG que luchan por el bienestar de los animales.