COVID-19 Y LA NUEVA VIDA

La amenaza de diseminación del mortal virus, generó un cambio en la sociedad o buena parte de ella. Las calles ya no son transitadas, los parques están silenciosos, el miedo y la incertidumbre se imponen para una mayoría que permanece en sus casas. Algunos solitarios. Otros, valorando el momento de compartir con niños los tiempos perdidos.

Hay mucho silencio. Patrullas policiales recorren las calles e interrogan a los que circulan. Es necesario tomar conciencia. Esto es una guerra ante un enemigo invisible. La única manera que tenemos de combatirlo por ahora es con aislamiento. Salir sólo para lo necesario, la compra de un alimento o un remedio. Es una actitud solidaria que debemos hacer no sólo por el otro, sino por nuestro entorno, nuestra familia.

Esto es algo nuevo… nadie vivió la experiencia y es necesario cambiar la actitud. Como tal, seguro que hay cosas que fallan y han fallado. Sino, ¿cómo se entiende que dos días después de declarada la pandemia, 30 mil argentinos salieron del país?... y ahora?, está desesperados por regresar.

Sin dudas nadie tomó en serio los anuncios y con una actitud rebelde desafiaron lo que venía. Sin dudas, los controles también fallaron pero todo es perfectible, ¿o será que somos hijos del rigor y será necesario declarar el Estado de Sitio?. Depende de la sociedad pero fundamentalmente de cada uno de nosotros.

Es una vergüenza que entre las 20 horas del sábado 21 y las 8 de la mañana de hoy se iniciaron en la provincia 130 causas judiciales, con 51 detenidos, 9 vehículos secuestrados, por circular injustificadamente. Es hora que los inadaptados entiendan.