La movilización no deja de ser la expresión corporativa
de una rama de especialistas de la salud, los médicos, que a ciegas manifiestan
su apoyo a colegas que estaban al frente de uno de los sectores más vulnerables
al virus, personas ancianas que permanecían en residencias geriátricas. No se
habla de profesionales afectados por el virus, como ha ocurrido en Buenos Aires.
En ese marco, también se expresaron por situaciones que
se habrían producido entre médicos y enfermeros en el hospital Lucio Molas y lo
llamativo es que oficialmente acá, no han trascendido más que casos sospechosos.
¿Qué pasaría si se hubieran declarado positivos de COVID-19?.
La gente común reconoce el esfuerzo de los profesionales
de la salud, de todos, incluyendo enfermeros, camilleros, choferes, serenos,
porque todos en definitiva hacen al buen funcionamiento de la Salud y al
personal de Seguridad, ambos sectores en el frente virtual de batalla desde el
primer día.
Obviamente, aprovechando la “movida”, se filtran otros
reclamos por las tareas de los residentes y su baja remuneración, en un reclamo
que puntualmente realiza: los médicos. Y lo hacen en modernos vehículos, cuyas
patentes detentan el poder adquisitivo de sus conductores.
Sería interesante que los médicos brindaran un documento
para que la gente de los barrios, la que cada día a las 21 aplaude en apoyo a
su tarea, decida si debe seguir haciéndolo, porque en definitiva, ellos
realizaron un juramento al que deben responder. Sería interesante tener en
cuenta la reflexión “que el árbol, no nos tape el bosque”.
Comentarios
Publicar un comentario