La municipalidad de Santa Rosa ultima detalles para, en un hecho histórico, hacerse cargo del transporte público de pasajeros. En ese marco, se desarrollan las negociaciones con la empresa Autobuses Santa Fe que rescinde el servicio, mientras que sectores interesados como el gremio (UTA) intenta sumarse a la cuestión orgánica y habría pedido el manejo de la gerencia del nuevo servicio, aduciendo el conocimiento de los recorridos y manejo de personal.
En tal sentido, el secretario municipal
Heriberto Mediza aseguró que “la Unión Tranviaria Automotor (UTA) «no pidió un
gerenciamiento, sino participar en la elaboración de recorridos, porque de eso
conocen, son los que están en la calle. Nosotros no tenemos problemas con los
trabajadores, somos peronistas, y nos hemos llevado siempre bien» y enfatizó «obviamente
vamos a tener intereses diferentes, porque nosotros vamos a ser quienes vamos a
tener que conducir la empresa y ellos los trabajadores» pero, «al gerente lo va
a nombrar el intendente».
Y en ese tire y afloje empresarial, oficial
y gremial para la organización de un nuevo servicio para “la gente de a pie”,
se están olvidando del sector que lo utiliza a diario para trabajar o enviar
sus hijos a estudiar y son los vecinos que supuestamente deberían estar
representados por las comisiones vecinales.
Es el sector que se beneficia o padece
el servicio, cuando no es bueno pero en el marco de las negociaciones, no ha
sido mencionado en absoluto, tal vez porque la mayoría de las comisiones
vecinales están acéfalas o salvo honrosas excepciones, nunca han hecho nada por
sus vecinos, no obstante, sería interesante que se evalúe la posibilidad de
incorporar sus voces, porque no es cuestión que el servicio funcione según los
montos de los subsidios, como ha ocurrido hasta ahora.
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