LOS TIEMPOS CAMBIAN… ¿PARA BIEN?

Esta pregunta es el disparador hacia una cantidad incalculable de posibilidades, porque hablar de tiempo, es hablar de historia, de tradiciones y sucesos que en su transcurso, para bien o para mal… desaparecen. Y esa evaluación la pueden hacer representantes de todas las generaciones y ámbitos.

Los juegos de antes eran distintos… antes era mejor!, podría decir alguien de más de 60 años, contra la postura de un adolecente que sin dejar el Iphone, la Tablet o ”la pley”, pensará lo contrario porque dirá que éramos “aburridos”.

Con la realidad que vive el país, si hacemos referencia a las comidas o básicamente a la alimentación, hay que reconocer que también ha cambiado: en primer lugar porque todo se “dolarizó”, aunque los trabajadores no cobren en dólares y en ese marco, el “asado del domingo” es algo prohibitivo para cualquier hogar en un barrio o hasta de un buen puchero o “unas costeletas para todos” un día de semana.

Poco a poco, el ingenio rescata las deliciosas recetas de las abuelas para degustar un rico guiso de mondongo o unos bifes de hígado con cebolla y morrón. La diferencia está que ni al mondongo ni al hígado los regalan en el matadero. Los frigoríficos, de capitales prácticamente desconocidos y generalmente extranjeros “no regalan nada”.