El transporte urbano de pasajeros, es sin duda una de las deudas de todas las administraciones municipales con los usuarios del sistema en la capital pampeana. La llegada de empresas foráneas a prestar un servicio, tuvo un factor común: acceder a los subsidios que permitieran sumar la mayor cantidad de dinero posible, sin pensar en el bienestar de la población.
En ese marco, hubo muchos intentos en todas las
administraciones contemporáneas pero, la gestión actual tiene un verdadero
desafío ante sí, que puede significar la implementación de un servicio como
política de estado, que poco a poco se supere y cumpla con el objetivo del
bienestar de la población o… caerá en las mismas redes de especulación que las
empresas privadas.
Durante el mes de junio, los colectivos trasladan sin
cargo a los pasajeros, pero con horarios que no satisfacen a los usuarios en
absoluto, a tal punto que el comentario que se recoge en los barrios es “prefiero
pagar el boleto pero saber a qué hora va a llegar el colectivo”, en clara expresión
de una necesidad que por ahora, lejos está de alcanzarse. La gente quiere un
servicio que funcione y pagar por él.
Desde este espacio hemos abordado el tema en varias
oportunidades y con mirada crítica, por el sólo hecho de expresar el reclamo
vecinal y en ese sentido, “Crónicas del otro lado”, dialogó con Emanuel
Alfayate, el gerente del nuevo ente municipal EMTU, que trabaja con entusiasmo
en procura de optimizar el servicio en el menor plazo posible.
“Recibimos un parque automotor que no estaba en
condiciones óptimas y tuvimos que hacer los “service” que la empresa no había
hecho en un año y medio” y enfatizó que “la idea es que el servicio funcione a
pleno en el corto plazo”. El funcionario demostró compromiso y conocimiento del
área a su cargo y adelantó que “en distintas etapas se readecuarán recorridos y
se prevé la centralización en el predio de la estación de ferrocarril, con
determinado tiempo de espera para que la gente pueda hacer combinaciones hacia los
distintos sectores de la capital”.
Puso como ejemplo las ciudades de “Misiones y Rosario,
tenían un muy buen sistema que a la gente de los barrios le permitía en pocos
minutos llegar a sus destinos”, situación que con la quita de subsidios de la “era
macrista”, desestabillizó esos sistemas que eran ejemplo, porque “se vieron
obligados a quintuplicar el precio del boleto” lo que como consecuencia trajo “una
retracción en su uso”.
En tal sentido, Alfayate aseguró que “ya prácticamente
está lista la adecuación de la Sube para la cuenta de la municipalidad, por lo
que esperamos normalizar el servicio en el corto plazo”. Mientras tanto, la
gente aguarda con ansiedad un servicio que no quiere regalado, porque está
dispuesta a exigir por su buen funcionamiento.
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