Berta querida cómo estás?... dijo el Jacinto apenas dobló la esquina de Rivadavia y San Martín y vio a su entrañable amiga de la infancia, esperando el colectivo. ¿Cómo andás Jacinto, cómo anda la familia? Respondió la Berta. “Bien, bien, sobreviviendo… y con preocupación por la segunda ola” reflexionó Jacinto. “Uh, qué cagada eso cheee… y pensar que hay gente que aún así pretende hacer reuniones… son cabeza de chorlito” espetó la Berta.
“¿Viste que se adjudicó la licitación de los colectivos
para la empresa municipal?” enfatizó Jacinto y Berta respondió “sí, compraron
20, ahora hay que esperar que lleguen pero ya es una buena noticia che… después
de tanto quejarnos y padecer”. “Sí, más padecer que quejarnos” dijo acongojado
Jacinto y cerró “a quién vamos a quejarnos si nadie atiende los teléfonos y
algunas radios no tocan el tema”.
“Jajaja, y eso que los concejales son empleados nuestros
cheee, no es así?” dijo socarrona Berta a lo que Jacinto espetó “sí, deberían
responder pero te cuento un secretito? Un amigo intentó comunicarse con la vice
intendenta, pero al derivaron a un secretario, lo atendió el secretario de ese
secretario y le pidió el teléfono que le devolverían la llamada y adiviná qué
pasó?” dijo creando suspenso Jacinto y Berta respondió, “jajaja, no me digas,
todavía está esperando!!!”… “Sí, acertaste Berta”.
Ahora digo yo una cosa, llamás por teléfono y te tienen
10 minutos hasta que derivan, después, te atiende “una secretaria/o y tenés que
volver a esperar… o sea que si tenés poco crédito en el celular, olvídate y
pedí un “préstamo amigo” porque no te va a alcanzar… y eso que son empleados
nuestros” reflexionó con seriedad Jacinto.
“Sí, empleados las pelotas, porque no sé lo que cobran,
que seguro es mucho más que nosotros que andamos galgueando todo el día y
encima… no están nunca!!!” dijo enfática Berta y agregó “si tenés suerte que
alguien atienda el teléfono, la respuesta es que “el concejel no está” y
entonces me pregunto ¿cuándo trabajan?, porque no se ven en los colectivos
viajando con la gente de los barrios, a excepción de la edil de Comunidad
Organizada que sí lo hizo, al menos una vez”.
“Cuándo éramos chicos los concejales trabajaban “ad honorem”,
vos sabías?” aseguró la Berta, a lo que Jacinto afirmó “sí, me acuerdo porque
tenía una compañera del secundario, que el padre tenía una tienda y además era
concejal “de onda”, porque amaba la ciudad y era en la década del 70”.
“Ah, bueno, pero sos re viejo vos, hace 50 años de eso”
dijo riendo la Berta que agregó “es como en la CPE, antes los consejeros no
cobraban, ahora a mí me encantaría en actualidad ser consejera de la CPE por lo
que cobran por mes… mamita… pero bueno, no cualquiera puede acceder a ese lugar
y eso que la CPE también se supone que es de nosotros… no?”.
“Ups… la verdad tenés razón Berta, sobre todo si sacamos
la cuenta que hay mucha gente que no es de la ciudad, ni siquiera es de la
provincia y maneja nuestra cooperativa… no sé… la verdad que la realidad se ve distinta
“del otro lado”.
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