LOS 500 DÍAS DE GOBIERNO


Quinientos días de gestión en un mundo convulsionado, donde la tremenda pandemia de Covid-19 modificó expectativas de los mercados y con eso obviamente la realidad social de cada región, significan algo muy especial para los gobernantes. En más o en menos, pero en particular, a quienes supieron mantener con decisión el timón para evitar la caída en plena tempestad.

El comienzo de la gestión del gobernador Sergio Ziliotto se inició con el ímpetu propio de toda nueva administración. Con aciertos y errores y cuando el año “político” se suponía iniciaría en marzo, se declaró la pandemia y a nivel nacional, desde el 19 de marzo de 2020 se dispusieron las medidas extraordinarias con el ánimo de neutralizar el flagelo.

En ese marco, todos debimos aprender. Trabajadores, estudiantes, docentes, hasta los dirigentes que debieron priorizar sectores como Salud y Seguridad, para morigerar los efectos de algo inédito. ¿Hubo errores?, por supuesto, muchos, pero fueron más los aciertos de las correcciones realizadas sobre la marcha.

Y en medio de esa lucha desigual, surgieron los “intereses políticos” de unos pocos que alentaron “marchas anti cuarentena” con el argumento “nos quieren encerrados”, minimizando las consecuencias que con el tiempo, resultaron funestas. Eso diluyó los inadmisibles argumentos de esa minoría. Y llegaron las vacunas y los cuestionamientos si era la Sputnik V o Sinopharm. Sin embargo, cuando el gobierno decidió que su aplicación fuera optativa, a 500 días, una gran mayoría optó por la vacuna.

Sobre la marcha hubo que improvisar gestión de atención con distanciamiento social y el uso infaltable del tapabocas y se gestionó, a tal punto que las calles de la ciudad de Santa Rosa, cambiaron su geografía por las obras de recambio de las redes cloacales, que desde hace más de 20 años es necesaria.

Y con mano firme, se pudo gestionar y acceder al logro de viviendas para toda la provincia en una cifra significativa 2000, contra 64 de la anterior gestión nacional, que ignoró las necesidades de La Pampa. Y llegaron los fondos para proyectos de obras para 63 localidades lo que se traducirá en el movimiento y la ocupación de mano de obra y se auxilió a los municipios que lo requirieron.

En esa lucha desigual, también hubo flagelos como tornados, incendios que sin embargo, no pudieron aplacar la fuerza del espíritu de una provincia que, a 500 días de gestión, continúa a paso firme en un mundo convulsionado, donde es necesario rescatar valores como empatía y solidaridad, pero sobre todo, raciocinio. Porque este virus no distingue intereses y ataca a todos por igual. 

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