El presidente Alberto Fernández regresó de su gira por Europa "decidido a atacar ese tema", en relación a la constante suba de precios y en particular la carne, por lo que decidió cerrar las exportaciones de carne “por 30 días hasta que el mercado interno se ordene”.
Obviamente
esto provocó la inmediata reacción del sector que se siente afectado, “el campo”
que anunció “un paro de 8 días”, aunque sin aclarar el alcance de esa
determinación.
Fernández
expresó que los aumentos de precios en los últimos dos meses son “inexplicables”
y aseguró "vengo decidido a atacar ese tema. Me preocupa mucho porque es
inexplicable, sinceramente no hay ninguna razón, más que el aumento del
consumo, para explicar esos aumentos que se dieron en marzo y abril",
analizó Fernández.
En
declaraciones periodísticas a C5N, Fernández dijo que "celebra" que
Argentina "exporte carne" pero no que "hagan pagar a los
argentinos el precio que le hacen pagar por la carne y que les den una migaja
de 8 mil toneladas de carne cuando acá se consumen 200 mil", sintetizó.
"Los
sindicatos están en busca de un acuerdo social y han sido muy moderados en sus
pretensiones. Quiero que este año el salario real crezca, todos cerraron 5
puntos más que lo que proyectaba el presupuesto como inflación, y evidentemente
la inflación se ha acelerado más", expresó el mandatario.
Como es de
esperar, no sólo los representantes del campo reaccionaron, sino también la
oposición, que intenta asegurar que “todos somos el campo”, lo que constituye
una falacia ya que no todos los habitantes andamos en camionetas de última
generación, ni hacemos viajes al exterior.
La
carne se produce en nuestro país y particularmente en nuestra provincia, donde
los propietarios pretenden que la gente la pague a precio internacional,
alentados por las políticas neoliberales, cuyas banderas enarboló Mauricio
Macri durante su gestión.
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