La contundente
expresión ante el foro multilateral, sirvió para convertirse en denuncia “América
Latina y el Caribe destinan un 57 por ciento de sus exportaciones al pago de
servicios de la deuda externa” y expuso la necesidad de establecer “un marco
multilateral para la reestructuración de la deuda de los países de renta
media”.
Precisó
que el caso argentino representa el de “un país que ha sido sometido a un
endeudamiento tóxico e irresponsable con el Fondo Monetario Internacional” y
enfatizó “para que el mundo tenga una idea de la magnitud de este deudicidio
quiero mencionar una cifra. Los recursos aprobados por el Fondo Monetario
Internacional a la Argentina en esta deuda insostenible fueron de 57 mil
millones de dólares, el equivalente a todo lo que el organismo desembolsó en el
año de la pandemia a 85 países del mundo”.
“No hay
ninguna racionalidad técnica, ni lógica ética, ni sensibilidad política que
pueda justificar semejante aberración. Lo más grande aún es que gran parte de
los recursos suministrados a la Argentina han sido fugados del país por una
apertura irresponsable de las cuentas de capital”, enfatizó el mandatario.
En ese
ámbito, el Presidente manifestó el apoyo de la Argentina al impulso de un
acuerdo multilateral inclusivo que tienda al abordaje de las cuestiones
referidas a la restructuración de las deudas soberanas, como también la
ampliación y distribución de derechos especiales de giro del Fondo Monetario
Internacional.
Pero
calificó de valiosa, aunque “insuficiente”, la prórroga de la Iniciativa de
Suspensión de Servicios de Deuda promovida por el G20, “porque no aborda a
fondo la cuestión sobre el alivio y la reestructuración de la insostenibilidad
de las deudas”.
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