PAMI ESCUCHA… PERO NO RESPONDE


La palabra jubilación tiene un origen hebreo y otro latino. El primero de ellos nace en la Ley de Moisés, que estableció que la gente al cumplir 50 años se encargaría de disfrutar con júbilo lo que había conseguido anteriormente. A este año se le llamó el año jubilar y de él deriva jubileo, que supuestamente es la etapa de la vida que deben disfrutar los jubilados que han trabajado y aportado toda la vida.

 

La introducción sirve para graficar la situación de desigualdad en el tratamiento de un sistema que funciona a medias, por la desidia o desinterés de algunos sectores que brindar servicios por los cuáles PAMI y sus afiliados pagan.

 

La incómoda situación se dio en la ciudad de Santa Rosa cuando un jubilado llamó para solicitar un turno a un centro oftalmológico, a mediados de abril, porque sus anteojos se rompieron y con urgencia necesitaba reemplazarlos. La desazón comenzó cuando al solicitar el turno a la profesional elegida, le dio para principios de junio. Es decir un mes y medio después.

 

Ante el planteo de la situación de urgencia, la fría voz de un telefonista sólo repitió “el 2 de junio”. El “beneficiario” llamó a la línea 138 para plantear el problema pero una operadora que respondió desde Mar del Plata, le sugirió resignarse a esperar su turno, porque este tipo de situaciones por más dolorosas que sean, no tienen respuesta.

 

Todo parece indicar que para algunas especialidades, el brindar atención a jubilados de PAMI es como disponer de “un servicio de segunda”. Tan sólo resta que los que deciden sobre este tipo de problemas, se sienten a analizar la situación tan sólo con sentido común.

 

 

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