El Gobierno nacional sigue con el anunciado objetivo de terminar con la casta, aunque ese término nunca fue definido por el líder de LLA. Los servicios aumentaron más del 500 por ciento mientras que los sueldos permanecen retraídos y el objetivo de “no emitir” y expresar el deseo de cerrar el Banco Central, ya fueron abandonados por Milei y su troupe, porque cada mes vemos billetes de nueva nominación.
Como si esto fuera poco, las reservas en oro fueron
sacadas del país con destino desconocido y ante la insistencia de los que
intentan tener una respuesta, decide acotar la información pública o mejor
dicho ocultar todos los actos de gobierno.
La receta ya fue padecida por una generación que hoy está
entre los 60, 70, 80 y 90 años, pero los más jóvenes que “creyeron” los cantos
de sirena y en la motosierra, ven azorados cómo los jubilados pierden conquistas
y derechos en pos del “déficit 0” para conformar al FMI, ante el que el
gobierno permanece arrodillado.
Ya no es fácil viajar en colectivo hacia los lugares de
trabajo, por los costos, por la decadencia de los servicios. Es indignante ver la
represión de los jubilados que expresan su descontento porque el presidente vetó
el aumento aprobado en el Congreso.
Mientras tanto, aparentemente el pueblo permanece
dormido. Ninguna institución como la CGT o el Poder Judicial reacciona ante la
pérdida de derechos ni el atropello de los jubilados. La pregunta es ¿hasta
cuándo dormirá el pueblo?
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